30/05/11

0 comentarios
 

A veces sucede

0 comentarios
 


A veces sucede que sin querer recorrer un camino, éste se muestra ante ti sin posibilidad de quiebros alternativos, dejándote con sensación de pérdida y aturdimiento, embargado en emociones maravillosas, también inconvenientes. Una mezcla de profunda ternura, desasosiego, expectativas que se alimentan a sí mismas sin necesidad de realidad en la que sustentarse. Y miro soñador a mi alrededor sin terminar de creerlo, sin apenas confianza, con miedo, dudas. Y una emoción que me atraviesa dejándome desnudo conmigo mismo, con mi pasado y sus errores, lo que creo ser, lo que quiero ser. Paralizado. A cámara lenta. Y en otros momentos agitado, extasiado, atrevido. No es esto lo que yo esperaba. No ahora. De esta forma. A traición. Sin preaviso y con margen de fracaso. Titubeo, siento sueño, me bloqueo y me dejo llevar. Me reprocho soñar y también no hacerlo. Apostando a favor y en contra. Y no hay nada, nadie, ni siquiera tú, que sea capaz de desbrozar el camino, de hacerme ver que no sólo es la única opción, sino que es inevitable. Es pronto, tanto que me avergonzaría que leyeras esto, que vieras en que estado me encuentro. Porque apenas hemos empezado a vivir y ya me siento viejo, huraño y con visión retrospectiva. Al borde de la congoja y el llanto, sin saber siquiera, si es pena o gratitud, si es rabia por no saber o emoción por sentir.

Una vez más, parece que estoy al comienzo de algo que, siendo honestos, ni siquiera se ha ganado esa frase. Pero si no es así, ¿qué hacen mis dedos?, ¿por qué esta necesidad de volcar la angustia, la espera, el deseo, la ilusión?

A veces sucede.
 
© 2012. By Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff