Jules Verne: ¡Queremos nuestra parte!

Posible título: Jules Verne: Crucero contra cayuco

El pasado viernes el crucero Jules Verne ayudó en el rescate de un cayuco con más de 200 personas que trataba de llegar a Italia. Esto ocurrió en aguas de Malta, y si ve que allí hay mucha actividad de embarcaciones que tratan de atravesar el Mediterráneo, pues a las pocas horas encontraron otro cayuco naufragado que transportaba unas 25-30 personas. Consiguieron salvar 12 entre las que se encontraba una madre que había perdido a un bebé de pocos meses en el accidente.

El crucero tuvo que suspender el itinerario previsto, llamado Perlas del Mediterráneo, saltándose 3 de las 5 escalas previstas: Malta, Cagliari (Cerdeña) y Barcelona. Y aquí viene lo dramático de la noticia, la respuesta de los pasajeros ante los hechos. Desde personas que lo han vivido como una acción humanitaria -voluntaria-, rescate marítimo -obligado-, o como unas vacaciones frustradas -mala inversión-. Os pongo dos extractos de declaraciones de pasajeros:

Rosa Maceda: «Si hubiera habido otro día más de retraso por sacar a una persona más del agua, habría firmado donde hubiera hecho falta, porque, entre otras cosas, ha muerto un bebé de nueve meses. Me dan lo mismo las excursiones, haber estado más de tres días seguidos navegando y que el programa se haya venido abajo, esta experiencia me ha enriquecido como persona pero hay gente que parece que le dolía más su bolsillo que lo que pasaba. Me emociono al hablar de ello porque lo que vivimos fue angustioso. Rescatamos a doce, quince se quedaron en el agua, y algunos cuerpos han empezado a aparecer en la costa de Italia». (Información)

Había elogios casi unánimes a la actitud de la tripulación, tampoco acostumbrada a una experiencia de este tipo, aunque un grupo de padres formuló una queja. "Había 30 o 40 niños pequeños a bordo y los monitores no quisieron seguir con la animación durante el rescate. Los niños vieron todo lo que pasó. Para ellos pudo ser traumático, no paraban de hacer preguntas, de por qué esa gente iba en un barco tan pequeño, de por qué algunos flotaban en el agua", comentaba Antonio Aguilar, de Zaragoza, que ayer mismo se embarcaba con su mujer y dos niños en otro crucero por el Mediterráneo. (elPeriodico.com)

Me hierve la sangre ante tanta irresponsabilidad, egoismo y deshumanización. ¿En una catástrofe se puede exigir a los animadores del barco que sigan con su trabajo como si no ocurriera nada?, ¿no es acaso responsabilidad de los padres cuidar por el bienestar psicológico de sus hijos? (ya sea llevándolos al camarote o a cualquier otro lugar), casi me pregunto si alguno de los pasajeros hubiera preferido mirar hacía otro lado como si la cosa no fuera con él y así poder hacer todas las visitas programadas...
Me ha venido a la cabeza uno de mis grupos fetiche de la adolescencia, La Polla Records (web no oficial), y su canción El ataque de los hambrientos, del disco Revolución, 1985 (siento no haber encontrado el vídeo)

Están en el hemisferio chungo
Y en vez de pan les dais cañones.
A cambio de su futuro
La cara B de la opulencia.
Mirádles a los ojos
Veréis la desesperación.
Nuestro mundo es el consumo
Y ellos tienen hambre.

Cada dos segundos muere uno
Porque en su sitio ponéis un arma.
Acordaos que bajo vuestros culos
Están afilando los dientes que les quedan.

Y tienen hambre, y tienen hambre,
pasan hambre mientras nosotros
Lo estamos tirando.
Papá Noël manda papeo que esto está muy feo.
Arrasaremos vuestras cosechas y vuestros supermercados.
Matarnos, en marcha, ¡Queremos nuestra parte!