49 56 62 te quiero

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Te quiero

Calor, mucho calor... y el eterno problema del sudor en los ojos que hace lagrimear, moquear, que me asfixia. Una vez llego arriba decido no continuar, es tarde y he perdido fondo como para forzar tanto el cuerpo. Empiezo a bajar disfrutando de las cubiertas nuevas, arriesgando en las curvas todo lo que la prudencia me permite. 46 43 41 kms/hora. Vale, puedes soltar el freno, buscar la parte interior de la curva mientras te concentras en tres cosas: inercia e inclinación, estado del asfalto, coches en dirección contraria. 10-12% de inclinación, una S perfecta, una curva preciosa. Ya no me molesta el sudor, se ha secado y bajo sin tregua, disfrutando con cada pedalada que me lanza más y más rápido. Curva de 35 grados en la que puedes evitar el freno, giro a la derecha y una de las pendientes más pronunciadas que con suaves zigzags te sitúa en la S más larga, con una primera curva de 120 metros y una segunda de apenas 30... 63 61 47... El Campello y la playa de San Juan allá abajo, dibujándose con nitidez más allá de la carretera; a pesar de la necesidad de estar concentrado en el freno y el cambio de marchas, y de esquivar los parches de asfalto que castigan la nuca, nunca puedo dejar de observar el paisaje, aunque sea fugazmente... es parte importante de la recompensa al sufrimiento. 45, ya puedo soltar el freno y disfrutar. De nuevo la curva sale a la derecha y estoy en una larga recta que termina en giro a la izquierda, pero antes dos cruces que siempre me han dado mal rollo. Están en la única zona arbolada que cubre de sombras la carretera, y eso en ocasiones desorienta. Agarrando la parte inferior del manillar, el culo apenas levantado por encima del sillín, piernas pegadas al cuadro, nuca tensa y forzada... 49 56 62... entonces lo veo durante 1 ó 2 segundos... "te quiero", pintado sobre la parte trasera de una señal. Y me pregunto quién y a quién, me pregunto qué sentirá el amado al leerlo camino al trabajo, qué sentirá el amante en la misma situación, qué clase de conexión se da entre ellos en el momento que pasan por allí, activada por algo tan poco emotivo como una señal de tráfico. Pienso si el sentimiento ya estará agotado, o puede que sin estarlo la relación ha sido imposible y aquello no es más que un incómodo testigo del fracaso, y así la señal se ha convertido en algo de lo que conviene apartar la mirada, algo que despierta el impulso de aparcar el coche cerca y salir de él con un spray en la mano. Giro a la izquierda, 80 metros de suave curva a la derecha, y la recta más larga que tengo hasta la playa, 42 45 53...

Pintada en señal de tráfico, Carretera El Campello Aguas de Busot, 08-06-08

4 comentarios:

  1. Que bonito, Juan Carlos, por favooooorrrrrrrr!!!!!!
    Muacs

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  2. Dios mio
    Una nueva obsesión en ciernes...
    Pintadas de amor callejeras
    Gracias Carmen ;-)

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  3. Era experta en obsesiones. Me estoy desenganchando pero todavía me quedan restos...
    Imagino que lo conoces. Cuando puedas le pegas un vistazo
    http://www.guegue.com/graffiti/dicen.html

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  4. Jajajaja
    lo conocía
    pero a Galeano hay que volver de vez en cuando
    da alas
    como el red bull
    y no afecta al corazón
    o mejor
    lo engrasa
    y embellece

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