Polibasura

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La última imagen en mi retina al apagar la tele era de una presentadora de televisión con dos fotos de fondo: Zapatero y Rajoy; uno con las gaviotas del logo del PP por cejas, y el otro con cara de haberse escapado de un frenopático. He visto los dos últimos minutos de la intervención final de Rajoy y me ha sobrado minuto y medio. Cuando ZP ha abierto la boquita no he podido reprimir cambiar a un CSI que no es lo que era. Por un momento, la tele se empeñaba en patearme el estómago para confirmar que hay que apagarla definitivamente, que no merece el gasto de tenerla en stand by. Aún así, el cáncer de la publicidad me ha devuelto al post-debate.

Espero de verdad que nadie base su voto en semejante espectáculo. Espero que si de verdad quieren comprar mi voto se lo curren y no ofrezcan pan y circo. Espero que no sea cierto que en las últimas 24 horas sólo ha existido en el mundo una noticia, éste debate. Espero que algún día, en algún país, la gente se harte y decida no votar. Que los políticos se acojonen y sean conscientes de que han tensado demasiado la cuerda, que el pueblo -sí, esa palabra políticamente incorrecta y de otra época. Espera... "lucha de clases". Ahora sí me he quedado a gusto- está harto de dar un cheque en blanco, que por mucho que cumplan con sus promesas en realidad siempre las vivimos como males menores, que no les votamos sino que evitamos que gobierne el contrario. Ese día, que no viviré pero llegará, se darán cuenta de que los gobernados estamos hartos de esta democracia representativa en la que se actúa en un escenario tramposo y viciado, donde la tele juega el papel de gran vocero de sus discursos huecos, de sus sucias estrategias, sus asquerosas mentiras. Si el medio es el mensaje y la política tiene que utilizar el medio, estamos jodidos.

Quiero creer que las personas utilizan otras fuentes para estar informadas, que son conscientes que la tele está demasiado condicionada por su propia naturaleza, por la dictadura de la inmediatez y la superficialidad, por la tiranía distorsionadora de la imagen como mensaje. Me podrían torturar a ver debates de este tipo durante una semana entera y dudo que cambiase en más de un 5% mi postura sobre los temas que se debaten y la forma de afrontarlos de unos y otros. Y así con la mayoría de personas. Entonces, ¿para qué se hacen?, ¿para fidelizar?, ¿para obligarnos a decidir?, ¿para movilizar y que votemos?

Yo ya tengo de sobra. Éste es mi particular "basta ya". No quiero saber más de campaña, ni debates, ni argumentos ni contra-argumentos. Con esta entrada, y salvo sorpresas, ya estoy saturado de elecciones generales. Paso de los hooligans de uno y otro color que se sacarán la piel a tiras en foros.

1 comentario:

  1. Que bueno,deberias publicarlo en un periodico.Un beso

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